Después de varios meses en una estadía prolongada en la ciudad de
Trujillo tuve que venir a Lima por unos días y aproveché en pasar por las
viviendas y edificaciones que había identificado en años anteriores como parte
de mis trabajos de investigación.
Paralelamente recibí información sobre la próxima demolición del
Edificio Real, edificio por el cual el arquitecto Manuel Villarán recibió el
premio Tecno-Química del año 1960. En una publicación en la página de Facebook
de La Forma Moderna en Latinoamérica, gentilmente una seguidora nos indica que
ya han desocupado el edificio en un 50%. Al parecer seguirá la misma suerte que
el Edificio de Departamentos en la calle Juan de Aliaga, otra maravilla
arquitectónica “peruano-moderno”.
En este breve paseo realmente he constatado que la ciudad va creciendo
verticalmente, pero a un ritmo vertiginosamente devastador en términos urbanos.
Si es que hay algún planeamiento previo, este no está funcionando adecuadamente
y lo vemos reflejado en el tráfico vehicular y aún más en esas ganas de querer
“bicicletizar” a sus habitantes. En la av. Dos de Mayo en San Isidro es un
absurdo la ciclovía que actualmente estrecha el embudo vehicular para dejar
pasar un par de bicicletas cada 20 minutos.... si es que pasan?
No he pasado por la costa verde y espero no tener que hacerlo, luego de
ver una foto de como quedó después del terremoto de 1940, creo que no hemos
aprendido nada. La consistencia de los acantilados, conformado por arcilla y
piedras canto rodado es una amenaza latente tanto a los nuevos edificios en la
zona alta como aquellos que están a nivel del mar. Esas redes colocadas son para impedir la caída de las piedras, pero que pasaría en un terremoto??? Sólo quedará el lugar de la memoria???
Imagino que la vorágine constructiva que seguiremos experimentando
terminará por extinguir gran parte de la obra moderna en nuestras ciudades. No
obstante, aún nos queda trabajo por hacer en recopilar información que permita
trascender a la adversidad para estudios posteriores por parte de nuestros alumnos y las generaciones futuras.
PD.
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