“La arquitectura moderna no es un estilo, sino una forma de vida”.
Marcel Breuer.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Manuel Valega Arquitecto

Una primera aproximación a la obra del arquitecto Manuel Valega Sayan.
Club Regatas Lima, 50's.

“Era un artista más que un arquitecto”, solían repetir quienes conocieron a Manuel Valega Sayán. No son pocos quienes afirman que si no fuera por sus gestiones y sabias decisiones, el Regatas habría tomado un rumbo diferente y en la actualidad su arquitectura sería totalmente distinta. Nació el 9 de Octubre de 1916 y con apenas 19 años (1935) ya era parte de la familia regatina. Siempre admiró y elogió el empuje de los asociados, por eso se trazó la meta de alcanzar el cargo más importante del CRL. Y lo consiguió en Octubre de 1958. Fue su primer mandato, el mismo que culminó en Octubre de 1960. El segundo periodo, en el que se impuso respaldado por miles de asociados, fue desde 1968 hasta 1971. Durante su gestión, el arquitecto Manuel Valega se brindó íntegro para que el Club sea considerando el mejor del Perú, y para hacerlo poseedor de una infraestructura de lujo, con modelos arquitectónicos nunca vistos en el país que él mismo diseñó. Entre otros planos que entregó al Club, destaca el que es pieza fundamental de la sede de Chorrillos: el edificio principal, cuya primera piedra fue colocada por el también asociado y presidente de la República, Manuel Prado Ugarteche. Con su posterior construcción la Institución inició un crecimiento progresivo.
Desde el arco de ingreso (puerta principal) hasta el último rincón del Club, el edificio de siete pisos se asoma imponente ante la mirada de los asociados. Esta majestuosa obra de ingeniería –difícil tarea por su cercanía al mar en aquel entonces– también fue diseñada por el arquitecto Valega.

Asimismo, la piscina olímpica y la piscina temperada, fueron hechas gracias a su visión de futuro. Cada paso que daba lo hacía pensando en el bienestar de la membresía y para construir un local donde la familia regatina se sienta orgullosa y a gusto. Al final del circuito de la Costa Verde se puede apreciar una construcción con una forma incierta. Se trata del coliseo de básquet,que Manuel Valega Sayán plasmó en su mente y construyó en suelo regatino. Una huella que permanecerá imperecedera. Un ejemplo de su genio y creatividad, pero sobre todo, de su inmenso cariño al Regatas. Por esa época su diseño fue catalogado como algo totalmente revolucionario y hasta el día de hoy es admirado por ser único en el país. En este coliseo (que bien podría ser considerado un monumento a su creatividad) se realizan innumerables campeonatos de básquet, vóley, karate, gimnasia o tae kwon do, y ha sido testigo de gran cantidad de medallas y trofeos obtenidos por los deportistas que visten la camiseta celeste de la Institución.
Quienes trabajaron a su lado destacan que nunca exigió pago alguno por sus diseños o por la elaboración de sus planos y que se le veía orgulloso de cada uno de ellos. Solía decir “es mi Club y estoy obligado a servirlo”. Esta frase lo pinta de cuerpo entero y demuestra el infinito cariño que sentía por el CRL. De joven fue el abanderado del atletismo nacional. La prueba madre de este deporte, los 100 metros planos, lo vío en repetidas ocasiones romper con el pecho la cinta de la meta de llegada que separa al primero del resto de competidores. Claro ejemplo es que registró un tiempo de 10 segundos y 6 centésimas, marca que se mantuvo por varios años como récord nacional. El 17 de Agosto del 2000 el cielo chorrillano amaneció nublado y la Institución se tiñó de negro. Manuel Valega Sayán partió a diseñar sus mejores y más creativas obras en el cielo. El 20 del mismo mes, como siempre lo quiso, sus cenizas fueron esparcidas en el mar de Grau frente a su querida Institución. Un hombre memorable para el Regatas dejó de existir, pero su legado arquitectónico permanecerá perenne en el Club por siempre.








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