“La arquitectura moderna no es un estilo, sino una forma de vida”.
Marcel Breuer.

viernes, 24 de octubre de 2014

Travertine House


Gordon Bunshaft, arquitecto.

East Hampton, New York. 1962.




La residencia Bunshaft, a veces llamada la "Travertino House", es considerada una vivienda emblemática proyectada por el arquitecto arquitecto Gordon Bunshaft para él y su esposa en East Hampton, Nueva York. La casa fue diseñada en 1962 y se terminó de construir en 1963, representando el único diseño residencial de Bunshaft. 

Según información obtenida en Arquitextos

..."El sitio donde fue construida la casa está localizado en una urbanización de la pequeña ciudad costera de East Hampton – Long Island – distante aproximadamente 150km de Nueva York. La zona es muy tranquila y valorizada económicamente, estando ocupada por mansiones y grandes casas de veraneo. El solar tiene aproximadamente 2100m2(2,25 acres) y forma trapezoidal. La naturaleza circundante es rica, con muchos árboles y vegetación autóctona, y el lago Georgica, en el lado sur del solar, valoriza aún más el sitio. Uno de los vértices del terreno avanza en dirección al lago, permitiendo que del centro del solar se tenga 180 grados de visuales hacia el agua.
El nivel del suelo en esta porción tuvo que ser elevado 6 pies (aproximadamente 1,8m) antes de la construcción de la casa debido al avanzo de las aguas en ciertos periodos del año. El clima de esta región es bastante riguroso y las temperaturas en verano oscilan entre los 28 y los 35 grados, mientras que en invierno oscilan entre los 0 y los 6.
La casa de 241m2 ocupaba el centro del solar. Obviamente ese posicionamiento obedeció a una relación directa con las visuales y con la orientación solar. De manera sintética se puede describir el edificio como un prisma de base rectangular midiendo 29x8,12m, en el cual los dos muros más largos sostienen la cubierta, formada por losas π en hormigón prefabricado."...

La distribución de la casa se ​​resuelve dentro de una caja rectangular, de 30,5 m de largo por 7,9 m de ancho, orientada para aprovechar las mejores vistas hacia el lago y el paisaje privilegiado por la ubicación sobre una loma. 

Los muros de concreto fueron revestidos con marmol travertino. En la composición estructural destaca la propuesta del techo con vigas pre-tensadas en "doble T". Estas vigas se apoyan en el muro permitiendo aberturas que complementen el diseño.  


     “La tectonicidad es la condición estructural de lo constructivo, aquella dimensión de la arquitectura en la que el orden visual y el material confluyen en un mismo criterio de orden, sin llegar jamás a confundirse; por el contrario, avivando la tensión entre forma y construcción: la tectonicidad tiene que ver más con la condición constructiva de lo formado que con la mera sinceridad constructiva, valor, en todo caso, de carácter moral, pero ajeno a la arquitectura”... Helio Piñón.

Los principales espacios de la vivienda cuentan con cerramientos de mamparas de vidrio templado de piso a techo, Los pisos están revestidos con travertino sobre una losa de cimentación de hormigón.

La casa de los Bunshafts estuvo decorada con la fabulosa vista exterior complementada por su magnífica colección de arte que incluye obras de Pablo Picasso, Le Corbusier, Jack Youngerman, y Henry Moore, así como piedras con las caras pintadas en ellos por la señora Bunshaft. 


Cuando la viuda de Bunshaft murió en 1994, la casa y sus obras de arte fueron administradas por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Posteriormente, el Museo vendió la casa a Martha Stewart por $ 3,2 millones. Esta nueva propietaria encargó realizar una -no muy acertada- remodelación y ampliación al arquitecto británico John Pawson. Este proyecto de remodelación no llegó a terminarse. Stewart transfirió la propiedad a su hija, Alexis, quien a su vez la vendió a Donald Maharam en 2004 por $ 9,5 millones. Éste último demolió la vivienda en julio de 2004 para la construcción de una nueva casa.













1 comentario:

comicader dijo...


Cuando la viuda de Bunshaft murió en 1994, la casa y sus obras de arte fueron administradas por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Posteriormente, el Museo vendió la casa a Martha Stewart por $ 3,2 millones. Esta nueva propietaria encargó realizar una -no muy acertada- re tercerefecto.com/turismo/